Como era de esperar, el concierto de Gaélica en el Centro de Arte la Estancia, dependencia cultural del PDVSA, fue un lleno total, y el público sólo se vio defraudado por una razón: quería más. Y es que quienes estuvimos en este tremendo espectáculo nos quedamos con hambre de buena música; o mejor dicho, con gula, porque buena música hubo en abundancia.
El área elegida para este encuentro con el público caraqueño fue la terraza del café, que no admitía ni un alma. Había gente en sillas, sentada en el suelo, de pie en los resquicios... gente en todos lados. Y los muchachos de Gaélica supieron responder al reto.
Las Calles de la Esperanza, Altiplano, Cançao do mar, Bahía saudade, Mouras y Haraam Boca Roja, de la producción I/O, fueron las primeras piezas que disfrutamos. Entre tema y tema, anunciaron que saldrían a Europa durante un mes y medio, a llevar su particular fusión céltica y latinoamericana a España, en donde aún no han tenido oportunidad de estar.
En las primeras de cambio, la versatilidad instrumental en vientos y cuerdas permitió que sólo dos músicos de los 7 que en total actuaron, tocaran 5 guitarras, 3 flautas y una gaita gallega. Todo un record. Para transportar todo este instrumental se requiere de una verdadera logística preparada para ello.
Los chicos de Gaélica se lucieron además invitando a una bella vocalista que pronto tendrá un disco en circulación también. Según nos explicaron, Gaélica apareció inicialmente para hacerle la música a una obra del grupo de teatro S-kena, y la cosa gustó tanto que siguieron investigando y moviéndose en torno a la música celta para ver qué lograban. Así apareció primero el disco "Ibérica y Latina" y luego "I/O", en cuyo lanzamiento estuvimos presentes.
Tras el viaje a Europa, Gaélica espera entregarnos su tercer CD... seguro que será excelente. Suerte, muchachos.
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