1.3.11

Elorza queda en el cielo

Sin que llegara el 19 de marzo y las fiestas patronales de Elorza, Eneas Perdomo se despidió del mundo, a los 80 años, y no sin haberle dejado a esta tierra (y a la de al lado, que más o menos es la misma) sus canciones llaneras, su registro sonoro y el alma siempre dispuesta para armar el joropo.


La noticia, a pesar de que sabíamos que estaba enfermo y de su avanzada edad, nos golpeó, porque como dice una amiga mía, cada vez que se muere uno de esos viejitos se le va a uno un pedazo de alma. Yo digo que se va también un pedazo de Patria, un testimonio de la formación identitaria de esta nación. Fue el 25 de febrero.

A Eneas lo vi por primera vez en la plaza Bolívar de Guarenas, allá por 1990, cuando yo tocaba la mandolina en una estudiantina; allí supe de su canto poderoso y de las muchas canciones que interpretó, siempre fueron mis favoritas Fiesta en Elorza y Linda Barinas.

Pero él también había compuesto Semana santa en Achaguas, Coplero Errante, Adiós barrancas de Arauca (esa la canta el presidente a cada rato), Cantares de mi Tierra, y un montón más, probablemente más de 500, porque Eneas grabó más de 60 discos. Sin embargo, ninguna es tan famosa como Fiesta en Elorza, que llegó a ser instituida como himno popular de Elorza en 1991 por la alcaldía del municipio Rómulo Gallegos.

Pero además me vinculé con Eneas porque el mejor arpista que había en la Unexpo, en donde inicié en 1992 estudios de ingeniería, era un flaco muy vivaracho que se llamaba Omar. Se trataba de su hijo, Omar Perdomo, con quien siempre caíamos en la misma sección al tener apellidos cercanos alfabéticamente. Aunque tocamos juntos varias veces incluso por pura diversión, yo me retiré de la ingeniería y no supe más de él, sino por referencias y por la TV.

Volviendo a Eneas, él había nacido en 1930, cuando para grabar un disco había que ser cantante (lo digo en serio), y se inició en la música profesional empezandito la década de los '50, cantando en Radio Guárico, una emisora de San Juan de Los Morros.

Después graba su primer disco, con Discomoda, un sello que solía apoyar los talentos de la música nacional. El disco se llamaba "Soga, Despecho y Alero". Na guará, más llanero no se puede.




Un mes antes de su fallecimiento, Correo del Orinoco publicó una entrevista en la que explicaba cómo se sentía:

"Ni la diabetes, ni la osteoporosis, ni la afección en la columna que le impide pararse, han logrado doblegar el ánimo llanero de Eneas Perdomo. Desde el chinchorro, donde permanece acostado, dice que lo que vive lo combate con “Dios y la Virgen”, como decía su viejo amigo, ya fallecido, el poeta Julio César Sánchez Olivo. Ambos son apureños y nacieron en el Cajón del Arauca.

Eneas Perdomo confiesa que grabó algunas de las composiciones de Sánchez Olivo, entre ellas “Es con usted maestro arpista”, un joropo recio y sonoro que se inicia con el “aaaaaa”, largo y tendido del cantador. En la versificación se exige al instrumentista que ejecute el genuino joropo del llano adentro, sin acomodos ni arreglos extraños.

La letra lo dice:

“El joropo compañero
es para tocarlo avispao
Esa moda de tocar
punteaíto y delicado
francamente yo no sé
de qué parte la han sacao
Usted es músico llanero
y no de esos perfumaos
que andan siempre con el pelo
con carrerita y ondeao
y usan camisas que tienen
unos pájaros pintaos”.



Perdomo señaló que tiene cinco meses sin poder salir de la casa debido a la dolencia de la columna y que se ha visto obligado a rechazar las múltiples invitaciones que le han hecho para rendirle homenaje. Recientemente la gobernación del estado Guárico, que preside el recién electo Luis Gallardo, atendió el llamado de los familiares y le donó una silla de ruedas con motor, con la cual pueda moverse en el hogar".

Poco después fue internado en el hospital Militar, en Caracas, en donde su organismo no resistió más y se acabaron sus fuerzas.

A lo largo de su carrera, Perdomo recibió diversidad de distinciones como la Orden al Libertador, Orden Ricardo Montilla, Orden Emilio Sojo, Orden Sol Del Perú, Orden de Honor del Congreso de los EE.UU., y con más de 200 trofeos, placas y medallas de oro, plata y bronce. En 2004, el presidente Chávez lo bautizó como General en Jefe del canto nacional.

El legado de Eneas nos acompañará siempre, y Elorza este año va a tener unas fiestas patronales muy distintas, en la que seguramente se efectuará homenaje a este gran músico venezolano que lamentablemente ya no está.


Linda Barinas:




Fiesta en Elorza: