16.9.07

Falleció Aldemaro Romero

Lo conocí el año pasado. Siempre que me encuentro con uno de estos maestros de la música siento la misma emoción, y una sensación de profundo respeto. No podía imaginar en esa tarde lluviosa, en la Plaza Bolívar de Caracas, que esa sería la última conversación que sostendría con Aldemaro.


Se presentó como un hombre sencillo, consciente de su valor pero también de sus orígenes, me dio -sin que la pidiera- una tarjeta suya, que conservo, y que pensé usar para llamarlo a algún programa de radio, a una entrevista...

Ese día le iban a entregar una placa reconocimiento como Patrimonio Cultural Viviente de Caracas, y la lluvia hizo que se suspendiera el evento; cuando se dio por fin el caso, yo estaba fuera de mi ciudad, y no pude asistir. Pero igual se lleva a la gente en las venas, porque es en las venas en donde llevo su música, su inventiva, su vanguardia. Aldemaro creó la Onda Nueva, un modo particular de interpretar la música venezolana que incorporaba la batería del genial "Pavo" Frank, y que si hubiese tenido mayor empuje -la promoción de Herb Alpert, por ejemplo- pudo haberse convertido en el equivalente venezolano de la bossa nova (véase el caso de Sergio Mendes).

Como yo no puedo aportar mucho más, les dejo la nota que publicó ABN.

Maestro Aldemaro Romero deja huella imborrable en la música venezolana

Caracas, 15 Sep. ABN.- Un largo transitar entre ondas y notas
musicales convirtieron al maestro Aldemaro Romero en una figura
polémica, querida y admirada por muchos, que deja una huella
imborrable en la historia musical venezolana y que muchos de sus
amigos y compañeros destacan.

"El Vivaldi venezolano del siglo XX", así lo calificó el oboísta Jaime
Martínez, quien señaló además que "el maestro fue quien logró derribar
el muro que había entre la música popular venezolana y la música
clásica".

"Fue un músico integral: arreglista, compositor, pianista, director y
promotor, en fin, un talento que constantemente creó música, porque
nació músico", escribió el locutor Fernando Pérez Barrios, en la
revista electrónica Notas Musicales.

Pérez Barrios también resalta que la versatilidad y belleza de su obra
musical ponen a relieve el talento del maestro.

Genio nato

"La destreza y el talento que demostró Aldemaro desde su niñez es el
producto de la genialidad nata, cuyas facultades lo erigieron como el
notable músico que fue y sin temor a equivocarnos afirmamos que es el
más talentoso y versátil que ha tenido Venezuela en los últimos 60
años; aún siendo un autodidacta como él mismo se definió", manifiesta
Pérez Barrios.

El locutor de radio apunta que "a los 11 años el niño dominaba por
completo la guitarra y ya tocaba el piano de oído".

Se reafirma a su vez que "hay algo que no se enseña, ese es el
talento", dice Pérez Barrios.

Ese talento es el que lo lleva a debutar con su hermana Rosalía en el
programa "La hora infantil" de La voz de Carabobo y tan sólo tenía 10
años.

Músico popular

"Aldemaro fue señalado y criticado constantemente por los académicos
por ser un músico popular que con mucho esfuerzo pudo estudiar por su
cuenta y llegar a convertirse en el primer compositor popular que
derribó el muro de la academia", expresó su amigo Martínez.

Explica Martínez que el maestro se inició con la música
latinoamericana, "con el bolero, con el son, con la música cubana de
los '50, con la música brasileña y con esa fusión de armonías produjo
la primera gran música urbana".

Martínez asegura que con su música popular Aldemaro logró demostrar
que un compositor se hace no sólo de la academia.

Músico de profesión

Siendo un adolescente todavía, su inquieto espíritu y afán de
superación le empujan a hacerse profesional, es decir, a vivir de la
música; comienza a trabajar en centros nocturnos, iniciándose en el
prestigioso Hotel Mayestic, igualmente lo hizo en otros tantos
cabarets de la capital, indica Pérez Barrios.

En 1950 funda una orquesta de baile que fue considerada de avanzada,
pero sin la popularidad que tenían la Billos´s Caracas Boy´s y la de
Luis Alfonso Larrain, se mantuvo solo hasta 1952 cuando Aldemaro viaja
a Nueva York acompañando a Alfredo Sadel, como arreglista, al ser
contratado el tenor venezolano por la RCA Víctor.

En este viaje Romero lleva los arreglos de música venezolana con la
intención de grabar allí, teniendo las disqueras sus dudas al
respecto, temían por el éxito de sus ventas; el músico no cesó en su
intención y logró que Ricardo Espina, director de la emisora Radio
Caracas adquiriese 500 copias, y la disquera acepta la grabación. Así
nace "Dinner in Caracas", éxito internacional que llega a vender más
de un millón de copias.

Los años 60 y 70 fueron años de otras realizaciones, con el despegue
de la televisión venezolana demostró lo variado de su actividad
artística y como experiencia condujo algunos programas por Venezolana
de Televisión y otros canales privados.

En esta etapa de creatividad se dedicó a grabar música venezolana e
instrumental y participó en la fundación del Círculo Musical,
iniciativa novedosa que distribuía música a través de suscripciones.

En 1969 tuvo un exitoso reconocimiento al encomendársele el arreglo y
la música de la película "La Epopeya de Bolívar" que le valió el
Premio de la Paz de los intelectuales soviéticos.

La Onda Nueva

En los albores de los años 70, pone de manifiesto su creatividad como
músico y la madurez y plenitud en su erudición musical al crear el
ritmo de Onda Nueva, con un nuevo estilo con armonía y melodía
distinta, pero basado ritmos venezolanos, señala Pérez Barrios.

Algunas de las composiciones en Onda Nueva que se han popularizado
entre el público venezolano son: De repente, El Catire, Quinta Anauco,
De Conde a Principal, Carretera, entre otros.

En 1979 funda la Orquesta Filarmónica de Caracas e indisolublemente ha
de crearse el Conservatorio que se funda en 1981 y en un lapso de 6
años la Filarmónica se convertiría en la mejor orquesta en su género
en Latinoamérica.

La década del 90 son años de más sosiego para Aldemaro, pero no por
ello menos creativos. Dedica este tiempo a componer, al asesoramiento
musical y empresarial y para no desligarse del medio tiene su programa
radial.

El maestro Aldemaro, según indicó Martínez, entró al nuevo siglo con
un largo camino recorrido y lleno de una gama de actividad musical
fructífera en las distintas facetas en las que incursionó.

Más de 200 composiciones populares, además de otras académicas de gran
factura como: "Canto a España, Ave María, Oratoria a Bolívar, Fuga con
Pajarillo, Gran Pajarillo Aldemaroso", por citar algunas.



Como es poco lo que yo puedo aportar