27.10.08

Acaba de culminar una semana de triunfos musicales

La que acaba de culminar ha sido una semana de aciertos en la esfera musical venezolana, por varias razones. Venezuela cosecha éxitos en todas las esferas musicales y ello es motivo de orgullo para quienes seguimos el quehacer artístico de nuestra patria.

Primero debemos comentar la premiación del Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles, que en manos del maestro Juan josé Abreu, alcanza a más de 250 mil niños y adolescentes de todo el país. Abreu recibió en representación de todo el sistema, el premio Príncipe de Asturias, galardón indudablemente merecido, al margen de nuestras reservas hacia la realeza española.


Salón Simón Bolívar en PDVSA La Campiña

En segundo lugar, queremos comentar la puesta en funcionamiento del Salón Simón Bolívar, un espacio que estará a disposición de pequeñas agrupaciones de música de cámara, para que presenten sus propuestas. El salón forma parte de la red de espacios para la cultura de PDVSA Centro de Arte La Estancia, y está en la sede de La Campiña.



Beatrice Sansó de Ramírez y Luisa Díaz

La información fue dada a conocer por Beatrice Sansó de Ramírez en una rueda de prensa la semana pasada, en la que estuvo acompañada por los maestros Alejandro Bruzual y Luisa Díaz, el primero de ellos, encargado de la programación de la sala, que está lista hasta diciembre de 2008. Sin embargo, Bruzual advirtió que los grupos de cámara interesados en presentarse en esta sala pueden enviar la solicitud a su correo electrónico, abruzual@hotmail.com.

Los grupos musicales se presentarán todos los sábados a las 3 de la tarde, en un intento por acercar la música académica al pueblo. Alguien preguntó si a la gente de verdad le gusta esa música, y la respuesta de Bruzual fue clarísima: "la respuesta de la gente en los pueblos más remotos cuando se lleva la orquesta es la mejor prueba de que la gente desea escuchar todo tipo de música. La gente está ávida de cultura, de eventos, de que lleguen las cosas a todos los lugares, y cuando se presenta la orquesta los aplausos no paran..." Pues bien, ahora en PDVSA La Campiña se puede disfrutar gratuitamente de este tipo de ensambles.

Beatrice Sansó de Ramírez y Alejandro Bruzual

Ya este sábado pudimos apreciar la belleza de la sala y la hermosura de la música que allí se escucha, con la presencia del Ensamble de Cámara "Carlos Duarte" de Caracas. La cosa empezó un poco tarde debido a los chaparrones caraqueños, que han caído regularmente cada día a las 2 de la tarde.
Ensamble de Cámara "Carlos Duarte" de Caracas


Los musicos del ensamble, en formato de cuarteto de cuerdas más piano, hicieron delicias de los presentes con un repertorio venezolano afincado en obras del propio Carlos Duarte, músico venezolano fallecido en 2003; también repertorio de Miguel Ángel Mieres, destacado violinista; y del argentino y universal Astor Piazzola. Las palabras que le ponga a esta oración no bastarán para describir la belleza de los arreglos, ni la emoción de los músicos. Para mayor gala, un detallazo: la presentación del evento estuvo a cargo del maestro Rodolfo Saglimbeni, director de orquesta y un verdadero conocedor de la obra clásica universal.

Rodolfo Saglimbeni

Además de esta sala, la terraza de PDVSA La Campiña se ha habilitado para la presentación de obras de teatro de grandes autores venezolanos.

78º aniversario de la Orquesta Sinfónica de Venezuela




No podemos dejar de comentar el acto en conmemoración del 78º aniversario de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, que tuvo lugar en la sala Ríos Reina del Teatro Teresa Carreño, y en el que se rindió homenaje al maestro Moisés Moleiro, uno de los más insignes músicos de este país.

El repertorio de la OSV, siempre excelentemente ejecutado, paseó por la Sinfonía al Estilo Clásico del propio Moisés Moleiro, para luego presentar la Suite Hary Janos de Zoltan Kodaly. Ningún desperdicio; se trató de un concierto que mantuvo a los presentes en éxtasis por la belleza y precisión de la ejecución. La dirección estuvo a cargo del maestro David Levi.

Al cierre, la orquesta brindó un regalo a los presentes, con especial dedicatoria a un benefactor de la orquesta, el embajador saliente de Japón en Venezuela. Se trató de una sublime versión de una canción desgastada por el abuso del que ha sido objeto: Venezuela. Este tema, sin duda hermoso y de singular factura, ha sido usado y reusado hasta la prostitución -si se permite tal símil-, amén de arrastrar un orígen poco noble, puesto que se trata de una pieza hecha por encargo y compuesta por dos españoles. Aún así, el arreglo rescató lo mejor de la pieza para reintegrarle la dignidad perdida.



En el marco del aniversario, fueron entregados botones de 15, 20, 25 y 35 años de servicio a varios miembros de la Orquesta Sinfónica de Venezuela.

Reiteramos lo dicho, se trató de una semana estelar para la música venezolana, que esperamos se repita constantemente, para nuestro orgullo y complacencia.

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